No digas que no entiendes cómo puedo ser así, si te estoy haciendo daño lo aprendí de ti! Me has enseñado tú, maldigo mi inocencia y te maldigo a ti. Y ahora me duelen tus caricias, porque noto que tus manos, son cristales rotos bajo mis pies. Dices que te estoy haciendo daño, que con el paso de los años me estoy haciendo más cruel...
No hay comentarios:
Publicar un comentario